
Te obsequié mis mejores momentos de alegría, felicidad, amor, paz y armonía. Te di a conocer mis momentos difíciles aunque estuve atada de mano ante esta decisión.
Soñé mis metas a tu lado, soñé metas juntos y separados, más de lo que nos encontramos ahora. Viviendo la realidad del mundo en caminos distintos que no se cruzan, soñando lo mismo con otra compañía, experimentando con alguien más.
Mis sueños se han roto tal y como pensé desde el principio, lástima que con el tiempo mi pensar se acomodaba con la realidad de la cual ambos nos encontrábamos enamorados.
Las palabras que en su momento nos dijimos se perdió en el desequilibrio del tiempo y el viento, que hoy no juega la partida a nuestro favor.
Las intenciones de la relación toman un papel importante en nuestra separación. Aunque me duela, me toca decir adiós.
Todo quedó en lo que vivimos, experimentamos, soñamos y nunca logramos. Pero la meta y el camino sigue aunque la compañía no sea la misma.
Sólo que el sueño de construir nuestra familia juntos, viajar, experimentar aún más, sentir, reír y vivir se ha roto, no es motivo para dejar de pensarnos.
Suele pasar... Incluso el pensarlo cuando algo no anda bien.
ResponderEliminarComprendo cuando alguien genera una acción que rompe todos los sueños que teníamos con esa persona.
Saludos y muy buena vibra!