Me niego a olvidarte

Me enseñaste a ver el mundo con otros ojos, me mostraste tu concepto abstracto de la vida, lo abigarrado que puede llegar a ser el mundo, y cada vez que lo pienso se inunda mi alma en el mar de melancolía.  La vida quita pero también da, a mi me dio un hermoso  ángel que desde el cielo me ilumina y guía cada unos de mis pasos a seguir.

Cada vez que te pienso se abarrota mi mente de recuerdos, en los que siempre te encuentras sonriendo, se escucha tu dulce voz y los cuentos que te encantaba describir de tus experiencias vividas, en lo que pudiste descubrir en los viajes y lo aprendido en la vida, cada enseñanza de ello, tus canciones, imágenes, tus escritos y tus fotos. 

Al acecho me encontraba esperando que la noticia fuera falsa, pero la pesadilla recién comienza, y cuando menos lo esperas ese ser amado dejar de estar a tu lado, y pasa a ser una linda estrella de una gran constelación. La noticia de tu partida genero una gran conmoción.

Aunque me encuentre cabizbaja y las noches sean mi debilidad, añoro quedarme dormida solo para verte en mis sueños, queriendo cada día que sea parte de mi realidad,  y seguir viéndote cuando me despierte.

Contigo aprendí que la familia es más que un simple vínculo de sangre, es estar en las buenas y en las malas, sin discriminar a nadie por los errores cometidos en la vida, o por la modalidad de pensar. Siempre recordaré que nunca es demasiado tarde para decir lo callado, escribir lo vivido, y expresar lo sentido, que nunca debo quedarme callada, que debo luchar por mis sueños, por lo que quiero y por lo que anhelo.

Deseo devolverte el abundante cariño que me diste todos estos años, y aunque en esta vida ya no te encuentres, en mí siempre estarás presente, y en  la otra dimensión podré cumplir mi mayor deseo que es verte y abrazarte de nuevo.

Por más que lo intente ya nunca podré resolver el acertijo que me has dejado, ahora debo acarrear con este dolor en mi pecho y aunque suene absurdo, me niego a olvidarte.