
Por donde podría comenzar a decir nuestra pequeña historia sin que mi corazón se arrugue, mis ojos se llenen de lágrimas mientras mi voz se corta cada vez más.
Me es imposible no estar mal mientras la película del recuerdo se proyecta en mi cabeza, mis ojos se llenan de recuerdos que no supe valorar en el momento, mi voz delata el dolor de mi corazón ahogando las palabras que siempre quise decir pero nunca me atreví, me toca sobrellevar el dolor que genera tu ausencia.
Hoy me toca enfrentar la realidad de que ya no estás a mi lado, y que físicamente no lo estarás más. Esto es más doloroso que mil puñaladas en el corazón que hoy se encuentra de luto con un dolor interminable por la ausencia de una de las personas más importante de mi vida.
Enséñame cómo debo mirar la vida con los mismos ojos si no te tengo en ella, como podré superar cada piedra del camino si no estás para apartarla, como cumpliré cada logro si la finalidad era estando juntos. No puedo crecer que hoy despierto sin ti, sin tus palabras, sin tus abrazos, sin tu voz, sin tu presencia.
Me niego a aceptar el hecho de vivir una vida sin ti, me niego a olvidar todo aquello que me recuerda a la mejor persona que llego a mi vida para marcarla y se marchó sin decir adiós.
Te veo a través del vidrio queriendo sacarte de el, como si solo interrumpiera tu siesta interminable, como si pudieras levantarte y abrazarme, háblame a través de la mirada, dime que te encuentras mejor de lo que estabas, dime que solo tendré que alejarme poco a poco y fingir que todo estará bien como si mi corazón tiene solución a este dolor. Despiértate y dime que esta pesadilla terminó.
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