
Me gustaba verte escribir, tu mundo sólo se tratará de ello, tus manos seguirían solas aunque tu cuerpo se detenga, me parece tan sensual la forma en la que muerdes aquel lápiz cuando no encuentras las palabras adecuadas o quizás cuando la inspiración deja de fluir con esa rapidez de la que estás acostumbrado. Me atrevo a decir esto porque puedo ver cómo te apasiona lo qué haces, porque cuando los haces tus dedos se mueven un tanta rapidez que no se distinguen bien.
Me encanta verte mira un punto fijo tan perdido en el, que ni cuentas te das que has pasados minutos así, me encanta ver que tan despistado podrías llegar a ser sin darte cuenta.
Me llegué a concentrar tanto cuando te observaba en mi distancia, que nunca me percaté que cuando no te miraba eras tú quien me veía está vez.
Pero aunque me diera cuenta tarde, notaba que tenias la misma expresión que yo hacía cuando tú dejabas de ocuparte para observarme.
Solo nosotros sabemos lo que realmente dicen nuestros ojos al cruzarse, podemos hablar con las miradas, podemos establecer una conversación sin hablar, aunque parece muy loco lo que escribo, es totalmente cierto.
Nosotros no necesitamos mover nuestros labios para hablar, nosotros jugamos con la mirada, en medio del lugar donde las voces no se suelen escuchar, con sólo mirarnos sabemos que podemos continuar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario