Labios carnosos.

Mataría por un beso de tu boca, no me importa cumplir cadena perpetua luego de robarte un beso. Solo uno es suficiente para satisfacer mi sueño.

Enseguida comprendí que es un deseo frustrado que me acompaña constantemente, es inevitable no desearlo, no puedo negarlo de lo contrario me estaría privando del hecho a probar el dulce néctar de tus labios.

En caso de que me envicie aún más de ellos, me delataría la intención de besarte una y otra vez, en pocas palabras acepto que son mi droga favorita.

Al principio me negaba a aceptarlo, que me cuesta no tenerlo junto a los míos, sería ideal ajustar la dosis de un beso por cada segundo que pase sin tocarnos.

Conocí el cielo, las estrellas, hasta me atrevo a decir que conocí galaxias luego de cada beso apasionado que me dabas, ese deseo que se creo no se marchito, el vicio se aumentó.

Dame un beso con esos labios carnosos, como si fuera el último de nuestra vida, márcame de por vida, enséñame que no encontraré unos labios como los tuyos jamás.

Comprobé que son diseñados para permanecer junto a los míos, porque encajan perfectamente. Por esa y mil razones más elijo besarte a ti sobre cualquier otra persona.