Soñé tanto el momento especial en que dos personas llegarán a conectarse con solo una mirada, que cuando me toco ser esa persona no sabia sí esa un sueño o mi realidad..
Y es que fue mejor de lo esperado, algo que nunca esperé que me pasara a mi porque no siempre corría con la suerte de encontrar a alguien que encajara perfectamente conmigo o por lo menos un poco de ello.
Era tan difícil encontrarme a alguien que no me aburriera después de solo dos semanas, o a alguien que no me pintara un cielo de mil colores sabiendo que solo es azul. Era tan difícil encontrar a alguien que no solo pensará en él como todos los chicos de hoy, o mejor aclarando que no todos son así, porque acabo de encontrar ese que marca la diferencia.
Mi príncipe soñado en todos los cuentos de hadas, al fin llegó al castillo a rescatar a la princesa que pensaba que no había ningún príncipe destinado a ella, pero vaya que me sorprendió verlo entrar por aquella ventana en busca de algo tan especial que realmente pensé que era mucho más importante que yo, pero no era así, me rescato de mis pesadillas, de mi pensar que todos los hombres son iguales porque por culpa de alguien cayeron todos los demás, me rescato de mi misma, y me saco de aquel castillo donde estuve encerrada durante años y nadie se había tomado a molestia de ver si alguien vivía allí.
Mi príncipe me hizo reconstruir todos mis pensamientos, todos mis sueños, me hizo cambiar de opinión con respecto al amor, a las relaciones, a la vida, a mi propia vida. Es bueno encontrar a alguien que llegué a cambiarte de buena manera, sin presión, que te haga sentir segura y cuidada, que sea tu hermano, tu padre y tu novio a la vez, aunque mi príncipe es solo eso, es lo que siempre soñé, tan perfecto que no sé si es un sueño o mi hermosa realidad.